Séptima Palabra
"Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu."
La materia es temporal, el espíritu es trascendente.Lo visible y tangible es tan efímero, lo invisible e intocable es eterno.
Los bienes de consumo no deben ser nuestra preocupación; sino los bienes del espíritu, el amor, el perdón, la solidaridad, la amistad.
El cuerpo es templo del espíritu, debemos cuidar el cuerpo para que el espíritu habite en paz; debemos cuidar el espíritu para que el cuerpo este alegre y sano.
Somos a la vez cuerpo y espíritu, alma y piel.
Somos espíritu que habita en cuerpo, somos cuerpo que se transforma en espíritu
Jesucristo, Dios hecho ser humano cumple su misión y regresa al Padre.
Descansa
en el Padre después de cumplir la misión salvadora de la humanidad.
Tiempo de ser
humanidad, de convertirnos y reencontrar nuestra humana espiritualidad.
04 de abril de 2015
Carlos Emilio López Hurtado
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