Resurrección
Lo más grandioso del
cristianismo es la resurrección de Jesús, nuestro Señor y Salvador.
El Príncipe de Paz
(opositor a las guerras y a tomar las espadas), el Sanador (pendiente siempre
de la salud de todas las personas), el Pacificador, el Libertador (estaba en
desacuerdo con las opresiones), el Maestro (dedicó su vida a la educación), el
Hijo del Hombre, el Hijo de Dios, el Dios – hombre, el inocente, el alimentador
(comprometido con la seguridad alimentaria de multitudes) el vencedor de
la muerte.
Día de celebrar la resurrección
Resurrección de las
esperanzas.
Resurrección de las alegrías.
Resurrección de las utopías, no es cierto que no se puede pensar en otro reino,
en otro modelo de sociedad, en otro mundo posible.
Resurrección – liberación de las opresiones y los encierros, Jesús dejó la
tumba oscura vacía.
Resurrección de los encuentros. Todos sus seguidores estaban desarticulados,
después de la resurrección se reunieron. Tiempo de reunificar a las familias,
las comunidades y el país.
Resurrección en cuerpo
perfumado, tiempo de dejar atrás todos los malos olores de la contaminación.
Resurrección mensaje
inicial de las mujeres:
Las últimas en la cruz
fueron las mujeres y las primeras en anunciar la resurrección fueron las
mujeres.
Cuando las mujeres
anunciaron, la buena nueva de la resurrección, los apóstoles hombres no creían
y pensaban que estaban hablando locuras. Casi siempre cuando las mujeres
anuncian mensajes de liberación no son creídas por la sociedad y el poder
masculino les ve como locas.
Los apóstoles hombres,
no dieron credibilidad a las palabras de las mujeres y ellos fueron a
investigar, indagar, constatar, si lo que decían las mujeres era cierto o no.
El testimonio de las mujeres no era creíble por si mismo.
Aún después de
resucitado Jesús camino y dialogo con varios de los discípulos y no le
reconocían, hasta que el Espíritu abrió sus ojos.
Que el Señor abra nuestros
ojos, nuestros corazones, nuestros sentidos para ver y creer en su
resurrección, para ver y creer en la resurrección de las esperanzas.
5 de abril de 2015
Carlos Emilio López Hurtado
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