Mas de 300 mil niños,
menores de 14 años, son explotados por todo el territorio de Nicaragua
en labores a menudo aberrantes, expuestos a toda clase de vejámenes,
obligados a la prostitución, a la delincuencia, a trabajos riesgosos en
minas, en pesca de langosta en alta mar, en las camaroneras, en las
bananeras o como güiriseros y sin posibilidades de asistir a clases.
Ese importante segmento de la población de
menores trabajadores, es parte de los 800 mil niños y adolescentes
nicaragüenses no reciben ningún tipo de educación, cifra que va en
incremento debido a que el crecimiento de la población anual escolar es
de un nueve por ciento, en tanto que en 1999 al aumento de la matrícula
fue de un 7,64 por ciento con respecto al año anterior.
Los datos obtenidos del Foro Conversatorio
Trabajo Infantil y Educación, que se realizó en la sede de las Naciones
Unidas en Nicaragua, revelan datos que para un país desarrollado podrían
ser escalofriantes. En Nicaragua sin embargo la información pasa un
tanto desapercibida debido a la cotidianeidad de ver a millares de
menores laborando en campos, calles y mercados.
El evento auspiciado por el Fondo de las
Naciones Unidas para la Infancia, reunió a delegados tanto del
Ministerio del Trabajo, como de la Procuraduría de Defensa de los
Derechos Humanos, del Ministerio de Educación, de Consejo Superior de la
Empresa Privada y de la Organización Internacional del Trabajo.
SISTEMA INHUMANO LANZA A NIÑOS A TRABAJAR
Un párrafo del resumen de la Procuraduría
Especial de la Niñez y la Adolescencia, elaborado para la ocasión,
revela que podría ser mayor la cantidad de menores fuera del sistema
educativo.
Datos expuestos por el mismo informe señalan
que en 1999, un total de 500 mil infantes no tuvieron acceso a educación
preescolar, 180 mil quedaron fuera de la educación primaria y mas de
450 mil no lograron entrar a la secundaria.
La falta de oportunidades educativas, los
pagos que incluso tienen que hacer los padres ahora en las escuelas,
incluso públicas y la necesidad de que los niños aportes ingresos al
seno familiar, hacen que la deserción escolar sea grande, puesto que mas
de 130 mil menores abandonan la escuela cada año y que terminen solo el
25 por ciento de los que pueden iniciar la primaria.
POBREZA PRINCIPAL RAZON DE TRABAJO INFANTIL
La pobreza es la principal razón, aún cuando
el Procurador de los Derechos Humanos, Benjamín Pérez Fonseca dice que
también hay motivaciones culturales, sin embargo el mismo da un dato muy
revelador, como es el de que el 80,1 por ciento de los niños del país
son pobres y la mayor parte del resto son indigentes.
En ese sentido el procurador, que alabó el
trabajo que viene realizando la Comisión Nacional para la Erradicación
Progresiva del Trabajo Infantil desde hace unos cuatro años, destacó
también que cualquier política de desarrollo o cualquier estrategia para
eliminar la pobreza, debe tomar en consideración que los graves efectos
que provoca en la niñez el verse sometido a trabajar a tan temprana
edad.
Al respecto el doctor Juan Aguilar León,
representante de la UNICEF en Nicaragua, manifestó que aunque ha habido
avances sentando bases para reducir paulatinamente el trabajo infantil,
no hay ninguna duda de que es una asociación entre la escuela, salud y
la prevención del trabajo, lo que va a dar los resultados mas positivos.
LABORES SON ABERRANTES PARA LOS NIÑOS
A ese respecto el doctor Aguilar León dijo
que aún parte importante de los niños de Nicaragua que trabajan, lo
hacen en labores totalmente aberrantes, con explotación sexual, son
llevados a la prostitución infantil e incluso muchos laboran en
condiciones ciertamente miserables e inapropiadas para su salud.
Lo peor de todo es que el doctor Aguilar León
reconoció que al no avanzarse lo suficiente en la erradicación del
trabajo infantil, con solo el crecimiento vegetativo de la población
nicaragüense, el problema podría seguir creciendo.
El representante de la UNICEF, dijo, un poco
optimista, que la escuela tiene que ser el dique de contención del
problema del trabajo infantil en sus formas mas comunes y en sus formas
más aberrantes y en ese sentido el Estado es quien tiene la mayor
obligación de ayudar a los menores y a sus familias.
DESEMPLEO DE PADRES LANZA A NIÑOS A TRABAJAR
El mismo ministro del trabajo Manuel
Martínez, quien es presidente ejecutivo de la comisión pro erradicación
del trabajo infantil, dice están realizando actividades encaminadas a
estimular el regreso de los menores a la escuela, lo que logró con un
grupo de 80 niños regresaran a la escuela.
Al respecto dijo que con la OIT tienen un
programa que es un fondo revolvente que hace préstamos sin intereses a
los padres de familia para que se dediquen a un pequeño negocio y que
envíen a sus niños a la escuela. En ese sentido el funcionario aceptó
que el mayor problema radica en la falta de empleo, señalando que el
desempleo abierto en Nicaragua es de un 16 por ciento.
Martínez a la vez señaló que datos
preliminares de una encuesta determinaron la existencia de menores
trabajando en bananeras, en la pesca en alta mar, en túneles como
mineros, como güiriseros, expuestos al mercurio, además picando piedras y
extrayendo conchas de los esteros.
PLANES NO DEBEN QUEDAR EN DECLARACIONES
Entre tanto Carlos Emilio López, procurador
especial de la niñez, considera que el trabajo infantil es multicausal,
aumenta en la medida en que se agranda aún mas la pobreza, el desempleo y
falta de oportunidades.
Para superar la presente situación, Carlos
Emilio López, considera que hay que dar saltos cualitativos, transformar
el plan de erradicación de trabajo infantil en una política pública, de
Estado, de tal manera que al haber un cambio de gobierno, no se quede
simplemente en un documento de intenciones.
Además afirma que es necesario darle a ese
plan una contrapartida económica y en la medida en que haya inversión
social desde el presupuesto general de la república podemos hablar de
erradicación de trabajo infantil.
También destacó que en el Atlántico hay niños
trabajando como buzos en la pesca de langostas, expuestos a problemas
de descompresión al bajar sin equipos, mientras que en el trabajo
agrícola pueden ser picados por serpientes, contaminados con
plaguicidas, hervicidas, mientras que en los lavaderos de oro corren
riesgo de contaminación por mercurio.
Publicado en El Nuevo Diario por Erving Sanchez Rizo el 7 de abril del 2001
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