18 de abril de 2015

Romper con cultura del maltrato es un desafío

Pese a la arraigada cultura de la crianza basada en el castigo físico y las humillaciones, que según la última encuesta de M&R Consultores es respaldada por el 80.6% de los nicaragüenses, Nicaragua tiene la oportunidad de cambiar esa realidad a partir del trabajo de instituciones del Estado y organizaciones de la sociedad civil en la sensibilización de los padres y la población en general.

De acuerdo con el 44 Sistema de Monitoreo de la Opinión Pública de M&R Consultores, realizado entre el 17 y el 30 de marzo pasado, 80.6% de los encuestados cree que el castigo físico a niños por parte de sus padres sirve para corregir su conducta, además, el 76.4% cree que si lo hacen es porque quieren a sus hijos, y un 6.9% piensa que si no les pegan es porque no los quieren.

Lo anterior se contrapone con el nuevo Código de la Familia, el cual entró en vigencia el pasado 8 de abril y prohíbe el castigo físico y humillante contra niños y adolescentes.

El diputado Carlos Emilio López, vicepresidente de la Comisión de Justicia de la Asamblea Nacional e impulsador del Código de la Niñez y la Adolescencia, explicó que aunque dicha prohibición responde a la Declaración Universal de los Derechos Humanos y a tratados o leyes similares, tanto a nivel internacional como nacional, “cuando se reconoce un derecho humano que no había estado reconocido hay resistencia por parte de la población”.

En ese sentido, el diputado recordó que pese a que las mujeres fueron reconocidas como ciudadanas hace más de 50 años, hasta hace poco se comenzó a observar en la sociedad que las mujeres gozan plenamente de todos sus derechos.

CAMBIO DE PATRONES

Juana Mercedes Delgado, coordinadora de Protección Infantil de Save The Children, organización que forma parte del Grupo Promotor del Buen Trato, indicó por su parte que las cifras de la encuesta de M&R no sorprenden, porque el maltrato como forma de corrección está muy arraigado en la sociedad nicaragüense.

“Se cree que para disciplinar hay que pegar y son patrones que se van repitiendo de una generación a otra, que me pegaron, pero estoy viva y soy una persona de bien”, refirió.

La especialista mencionó que para cambiar los patrones, Save The Children y el Grupo Promotor del Buen Trato han estado haciendo trabajo de sensibilización entre padres y madres de familias sobre los efectos negativos del maltrato.

López destacó que el Código de la Familia y los programas Amor, Amor para los más Chiquitos y escuela para padres del Ministerio de Educación promueven el paso de la cultura del castigo corporal a la cultura del amor.

Publicado en El Nuevo Diario por Leyla Jarquín el 16 de abril del 2015.

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