27 de septiembre de 2010

Procurador de Niñez pide la pena máxima

* Dice que la "demencia" es coartada clásica
* Nombra un abogado para auxiliar al acusador 
 
Pena máxima a los procesados en León por abusos sexuales contra menores fue la solicitud que hizo ayer Carlos Emilio López, Procurador Especial de la Niñez, a las autoridades que oirán la causa para establecer las responsabilidades de siete técnicos fotográficos y del ingeniero industrial Tulio Enrique Aguilar Orozco.
De los procesados se sabe que ayer pasaron por segunda vez a declarar ante un juzgado criminal de León, mientras en Managua, el procurador López sugería no dejar impune ese delito y anunciaba que de hoy a mañana la Procuraduría delegaría a un abogado para acompañar al fiscal que acusará a los involucrados en el escándalo sexual.
Pero más que condenar los hallazgos, López denunció que el caso de León es tan solo un caso hecho público, pues denunció que el abuso contra menores se da "de forma silenciosa" en todos los rincones del país y, más alarmante aún, es que está creciendo de forma acelerada.
"No debe ni puede verse como un hecho aislado, es escandaloso, claro, por las múltiples evidencias encontradas y hechas públicas, pero más lo es que se ha convertido en una práctica que flagela a niños y niñas en todos los rincones del país", reiteró el Procurador.
DEMENCIA ES COARTADA CLASICA
Carlos Emilio López dijo que la institución que dirige espera que el Ministerio Público, a través del fiscal que acusa a los involucrados en el hecho bochornos de León, solicite la sanción penal establecida a la autoridad judicial, que no deje en la impunidad a ninguno de sus autores.
En el caso de Aguilar Orozco, la familia y el mismo abogado defensor han asumido que la conducta del supuesto depravado es causa de un desorden mental. Sobre esto, López reiteró que esa ha sido una "coartada clásica". No se justifica, ese es un argumento de escape, porque los delitos de esa naturaleza se hacen conscientemente; esa tan solo una coartada clásica", agregó.
Destacó que otro elemento a tomar en cuenta en este reciente escándalo es que los depravados ya no son personas con bajo nivel académico, son personas bien formadas cuya conducta a veces no tiene explicación. "Hace tiempo en Chinandega un abogado violó a su hija, e igual argumentó demencia. Pero no se puede tolerar ese tipo de abusos y debe ser castigado; a delitos como esos no se les puede dar treguas", recalcó.
ALARMA POR EXPLOTACION SEXUAL
El Procurador advirtió el vacío de nuestra legislación para perseguir y castigar delitos similares que tienen que ver con la explotación sexual contra menores. El Código Penal nicaragüense tipifica como delito la rufianería, la trata de blancas, el proxenetismo y la corrupción de menores, todos son figuras que tienen que ver con el uso de niños y niñas, pero otros quedan fuera.
"Aquí falta penalizar el turismo sexual, el tráfico con fines sexuales, las relaciones sexuales remuneradas con adolescentes y la pornografía infantil en internet, que tiene mucho que ver con el escándalo sexual de León. Sabemos que las redes están trabajando en este país, debemos crear instrumentos para perseguir esas prácticas", dijo.
"En dependencia del delito -continuó-, a estos señores debe castigárseles con penas de cuatro a ocho años y por tratarse de violación, perversión de menores, proxenetismo -y no a un solo niño, sino a varios-, la pena debe ser la más dura, la máxima". 

Publicado en El Nuevo Diario por Roberto Collado Narvaez y Lucia Navas el 21 de mayo del 2002

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