* Dice que la "demencia" es coartada clásica
* Nombra un abogado para auxiliar al acusador
* Nombra un abogado para auxiliar al acusador
Pena máxima a los procesados en León por abusos sexuales
contra menores fue la solicitud que hizo ayer Carlos Emilio
López, Procurador Especial de la Niñez, a las autoridades que
oirán la causa para establecer las responsabilidades de siete
técnicos fotográficos y del ingeniero industrial Tulio Enrique
Aguilar Orozco.
De los procesados se sabe que ayer pasaron por segunda vez a
declarar ante un juzgado criminal de León, mientras en
Managua, el procurador López sugería no dejar impune ese
delito y anunciaba que de hoy a mañana la Procuraduría
delegaría a un abogado para acompañar al fiscal que acusará a
los involucrados en el escándalo sexual.
Pero más que condenar los hallazgos, López denunció que el
caso de León es tan solo un caso hecho público, pues denunció
que el abuso contra menores se da "de forma silenciosa" en
todos los rincones del país y, más alarmante aún, es que está
creciendo de forma acelerada.
"No debe ni puede verse como un hecho aislado, es escandaloso,
claro, por las múltiples evidencias encontradas y hechas
públicas, pero más lo es que se ha convertido en una práctica
que flagela a niños y niñas en todos los rincones del país",
reiteró el Procurador.
DEMENCIA ES COARTADA CLASICA
Carlos Emilio López dijo que la institución que dirige espera
que el Ministerio Público, a través del fiscal que acusa a los
involucrados en el hecho bochornos de León, solicite la
sanción penal establecida a la autoridad judicial, que no deje
en la impunidad a ninguno de sus autores.
En el caso de Aguilar Orozco, la familia y el mismo abogado
defensor han asumido que la conducta del supuesto depravado es
causa de un desorden mental. Sobre esto, López reiteró que esa
ha sido una "coartada clásica". No se justifica, ese es un
argumento de escape, porque los delitos de esa naturaleza se
hacen conscientemente; esa tan solo una coartada clásica",
agregó.
Destacó que otro elemento a tomar en cuenta en este reciente
escándalo es que los depravados ya no son personas con bajo
nivel académico, son personas bien formadas cuya conducta a
veces no tiene explicación. "Hace tiempo en Chinandega un
abogado violó a su hija, e igual argumentó demencia. Pero no
se puede tolerar ese tipo de abusos y debe ser castigado; a
delitos como esos no se les puede dar treguas", recalcó.
ALARMA POR EXPLOTACION SEXUAL
El Procurador advirtió el vacío de nuestra legislación para
perseguir y castigar delitos similares que tienen que ver con
la explotación sexual contra menores. El Código Penal
nicaragüense tipifica como delito la rufianería, la trata de
blancas, el proxenetismo y la corrupción de menores, todos son
figuras que tienen que ver con el uso de niños y niñas, pero
otros quedan fuera.
"Aquí falta penalizar el turismo sexual, el tráfico con fines
sexuales, las relaciones sexuales remuneradas con adolescentes
y la pornografía infantil en internet, que tiene mucho que ver
con el escándalo sexual de León. Sabemos que las redes están
trabajando en este país, debemos crear instrumentos para
perseguir esas prácticas", dijo.
"En dependencia del delito -continuó-, a estos señores debe
castigárseles con penas de cuatro a ocho años y por tratarse
de violación, perversión de menores, proxenetismo -y no a un
solo niño, sino a varios-, la pena debe ser la más dura, la
máxima". Publicado en El Nuevo Diario por Roberto Collado Narvaez y Lucia Navas el 21 de mayo del 2002
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