11 de junio de 2010

La vida de una mujer vale el universo

En memoria de Cinthya Escarlata ( *1982 + 2001)

La vida de una mujer vale el universo porque cuando se le sega la existencia a una fémina se pierde a una hermana, a una hija, a una esposa, a una amiga… La vida de una mujer vale el universo, porque todos venimos de su vientre y cuando termina nuestro caminar por este mundo regresamos a una mujer, “la Pachamama”  como los quechuas y aimaras llaman a la “madre tierra”.

La vida de una mujer vale el universo porque “…Dios lo creó; varón y hembra los creó…a su imagen y semejanza.. y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera”. (Génesis capitulo 1. Fundamento del Judaísmo y del Cristianismo). Atentar contra ellas es lesionar la imagen del ser supremo.

La vida de una mujer vale el universo porque somos iguales, procedemos el uno de la otra, porque "nunca desmereceré la obra de ninguno de vosotros, sea hombre o mujer; porque descendéis unos de otros” (el Corán). Muy por el contrario de lo que se piensa que el Islam desprecia a las Mujeres, hay toda una corriente de pensamiento de relectura de este texto considerado sagrado por esa fe, “la palabra de Dios en el Corán siempre dirige su mensaje tanto a los hombres como a las mujeres. No existe en el Islam la idea de la tentación de Eva hacia Adán en desobedecer a Dios, sino que en todo caso el cargo se le hace a ambos, eliminando así la idea de la mujer como fuente de maldad. (Centro Islámico de la República Argentina). 

La vida de una mujer vale el universo porque cuando un delincuente acaba con su humanidad…Se golpea la economía de una familia, de una comunidad, el nivel de productividad de un país…Se afecta el capital humano en el sistema educativo…Se trastoca la estabilidad emocional de un hogar, de una comunidad. Estos conceptos no están interiorizados en el imaginario colectivo de los hombres, al contrario cada minuto en el mundo se atenta contra la integridad física, sicológica, sexual de las mujeres. Nada justifica que se cometa un acto de violencia contra las mujeres por mínimo que sea, mucho menos destruir el bien jurídico mas importante la vida. Se violenta el derecho humano inalienable e irrenunciable a la vida porque nuestras sociedades ven el cuerpo de las mujeres como mercancía, se desvaloriza a las niñas frente a los niños, se desprecia la salud de las mujeres, se cree que las mujeres son inferiores, se considera que los hombres son dueños de las mujeres.

Cifras del pecado social e individual 
Veamos algunas cifras que ponen de relieve el pecado social e individual cometido contra las mujeres.

En México, cada año se desprecia la vida de 1000 mujeres. Más de 6 mil niñas y mujeres fueron asesinadas en ese país entre 1999 y 2005. La alta tasa de homicidios contra las mujeres no es privativa de Ciudad Juárez, en Chihuahua es un fenómeno nacional. (Investigación diagnóstica sobre la violencia feminicida en la República Mexicana, Comisión Especial de Feminicidios del Parlamento).

En Guatemala, al menos unas 536 mujeres, niñas y adolescentes fueron asesinadas en el 2007, en este vecino país el 97 por ciento de los crímenes de mujeres quedan en la impunidad por falta de interés de los operadores de justicia, de los más de 3.000 asesinatos que se han registrados entre el 2001 y 2008 solo 100 fueron a juicio (Datos de Comisión de la Mujer en el Congreso y el Instituto de Estudios Comparados en Ciencias Penales de Guatemala).

En Perú, entre Septiembre de 2008 y Enero de 2009, 60 mujeres fueron asesinadas por sus parejas Las mujeres fueron asesinadas por sus parejas en un contexto de violencia familiar, el 30 por ciento murió acuchillada, el 27 por ciento estrangulada, el 20 por ciento por impacto de bala, el 17 por ciento golpeada y el seis por ciento envenenada. (Reportes del Observatorio de Criminalidad del Ministerio Público de Perú).

En Argentina, 207 mujeres asesinadas en 2008 por violencia sexista (Asociación “La Casa del Encuentro”).

En España, 74 mujeres fueron asesinadas por sus parejas en 2008, de las cuales casi la mitad eran extranjeras, un 46,6 por ciento, y de estas más de la mitad eran de origen latinoamericano, según el Centro español Reina Sofía para el Estudio de la Violencia.

En Estados Unidos, cada día cuatro mujeres mueren por violencia doméstica. Esto significa que unas 1,400 mujeres mueren a manos de su novio o esposo cada año, según el FBI. En este país el propio gobierno reconoce que la violencia en el ámbito familiar es la mayor amenaza para todas las mujeres, más que las violaciones, los atracos y los accidentes de tráfico juntos.

En el mundo sólo 23 países, de ellos 17 europeos, 5 americanos y Japón- registran y hacen públicos los datos sobre muertes de mujeres a manos de su pareja o ex pareja, según recoge el II Informe Internacional de Violencia contra la Mujer del Centro Reina Sofía de España.

En nuestro país también atentamos contra la vida de las mujeres 68 asesinatos en 2008 y 12 aproximadamente en lo que va del año (Policía Nacional).

Todas estas cifras aun son insuficientes para gritar la realidad del feminicidio, ya que muchas personas no denuncian estas barbaries, los sistemas de recolección y procesamiento de datos son insuficientes y muchas veces se reportan estos hechos delictivos de otra forma. Estos números horrendos muestran que esta es una eepidemia grotesca que debe ser abordada por los salubristas públicos, los sociólogos y los sistemas de justicia, por todos, la vida de las mujeres debe importar a la comunidad humana.

Nunca he hablado públicamente del dolor, de la marca que te deja que te arrebaten a un hermana, creo que tampoco ahora lo haré, en memoria de Cinthya y de todas las mujeres que han sido mancilladas, ultrajadas, abusadas, mutiladas en sus miembros o genitales, que se acabe con el feminicidio, que se tipifique este hecho en la legislación penal, que acabe el desprecio por la vida de las mujeres, que termine la impunidad.

ccasaabierta@yahoo.com

Publicado en El Nuevo Diario por Carlos Emilio López el 2 de abril del 2009

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