2 de diciembre de 2016


Heroínas



Desde el sistema simbólico de representaciones sociales casi siempre que se escribe o se quiere resaltar la existencia de las personas que con su vida aportaron a la historia, la cultura, las ciencias, el arte, el nacimiento, independencia, o desarrollo de los Estados-naciones nos imaginamos a los hombres; porque en el idioma y en las crónicas estos títulos que reconocen gestas epopéyicas, guerreras, creativas y libertarias han estado asignadas desde tiempos inmemoriales a los hombres.

Por eso hablamos de próceres, libertadores, inventores, héroes y no es por un asunto semántico, sino porque las estructuras políticas y sociales en todas las sociedades han invisibilizado, negado, vetado y borrado de la memoria de los pueblos los procesos, batallas, inventos e independencias creadas por las mujeres, porque se ha creído equívocamente que los atributos de fuerza, inteligencia y heroísmo son solo cualidades masculinas.

Hacer una lectura de la historia desde las perspectivas de los liderazgos, visiones y aportes de las mujeres, nos permitiría reconocer a las proceras, guerreras, libertadoras y heroínas, desde esta perspectiva el Estado de Nicaragua por medio de la Asamblea Nacional decidió derogar el Decreto 535, Ley de Creación del Título de Héroe Nacional, aprobado el 26 de septiembre de 1980 y publicado en La Gaceta, Diario Oficial No. 233 del 10 de octubre de ese mismo año. Esta norma jurídica reconocía este título de Héroe Nacional solamente a los hombres que han participado en luchas y batallas nacionales de liberación en defensa de los intereses populares y de la Nación.

La ley mencionada anteriormente fue derogada por medio de la Ley de Creación del Título de Heroína y Héroe Nacional o Ley 859, aprobada, el 11 de marzo de 2014 y publicada en La Gaceta No. 68 del 9 de abril de 2014. Este cuerpo jurídico fue dictaminado por la Comisión de Educación, Cultura, Deporte y Medios de Comunicación Social del Parlamento, quien en el proceso de formación de ley consultó con personas e instituciones ligadas a la lengua, la historia y la academia.

Este nuevo instrumento jurídico no solo hizo una nueva inclusión del vocablo HEROÍNAS, sino que reconoce que es deber de la nación honrar para siempre la memoria de las personas, hombres o mujeres que por su decisión de lucha, por su sentido de justicia, su actitud de entrega y sacrificio a la causa nacional, han servido de ejemplo y guía para forjar a las nuevas generaciones de la Patria.

La ley crea el título de Heroína y Héroe Nacional, el cual será otorgado por medio de ley a las y los nicaragüenses o extranjeros que: 1) hayan participado en batallas heroicas por la defensa de los intereses de Nicaragua. 2) Hayan sido ejemplo en su actitud de entrega y sacrificio por la causa de la justicia, la libertad y la defensa de los derechos civiles y políticos.Dicho título se otorgará solamente a personas fallecidas.

Con base en la Ley 859, la Asamblea Nacional aprobó la Ley 897 o Ley que Declara Heroína Nacional a Blanca Aráuz Pineda, aprobada el 6 de marzo del 2015 y publicada en La Gaceta No. 48 del 11 de marzo del mismo año.

Esta declaratoria jurídica lo único que hace es formalizar algo que está presente en la conciencia nacional, los méritos y aportes de esta Heroína a la historia de Nicaragua son múltiples. He aquí solo algunos de ellos: su destacada y heroica participación en la guerra antimperialista del Ejercito Defensor de la Soberanía Nacional, contra la intervención militar norteamericana, secretaria privada del General de Hombres y Mujeres Libres, telegrafista quien desde el Código Morse transmitía información al ejército de Sandino y a la vez transmitía “información” al ejército norteamericano jugando un papel de inteligencia y contrainteligencia, dominando la tecnología de su época en favor de su país.

Y como expresó este servidor el día de la aprobación de la ley, esta heroína fue: “organizadora, comunicadora, formadora, inteligente, persistente, polifacética, versátil, valiente, fiel, honesta, solidaria, disciplinada, indoblegable, dialogante, conciliadora, pacifista”.

Tenemos nuestra primera heroína reconocida legalmente, pero socialmente tenemos que reconocer a esos cientos de mujeres gigantes que junto a los hombres han contribuido a la edificación de nuestra matria grande.




Carlos Emilio López H*/ El Nuevo Diario
03 Febrero 2016 |

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