SEMANA DE LA FAMILIA,
CORAZÓN DE LA SOCIEDAD
El Código de Familia que entró en vigencia el 8 de Abril de 2015, estableció la semana de la familia, “en la familia como núcleo fundamental de la sociedad debe promoverse y fomentarse la unidad, la armonía, el amor, el rescate de valores familiares, es por ello que se establece la celebración de la semana de la familia del nueve al quince de mayo de cada año” (artículo 37 CF).
Esta semana en particular, aunque en realidad las cincuenta y dos semanas del año, las familias deben convertirse en verdaderas escuelas de valores; el artículo mencionado construye un listado básico de valores a promover, sin embargo, en los seis libros del Código se hace referencia a valores que deben orientar el comportamiento personal y las relaciones humanas en los hogares, comunidades y en la sociedad en su conjunto, en realidad el Código de Familia es un catálogo de valores, he aquí algunos de los que aparecen taxativamente: Conciencia de responsabilidad com¬partida y complementaria sobre Nicaragua, la sociedad, la comunidad, la familia y el ser humano; la consideración, la estima, la autoestima y el aprecio entre quienes habitamos y compartimos una comunidad; identidad y sentido de pertenencia a una comunidad; comunicación y convivencia fraternal, responsable y solidaria, viviendo en unidad; cuidar la salud personal y colectiva; respetar los derechos de las niñas, niños y adolescentes, las mujeres, las personas con discapacidad y las personas declaradas judicialmente incapaces; respetar y tratar con estima y consideración a las personas adultas mayores; ser padres y madres responsables, ser hijos e hijas que cuidan y protegen a sus progenitores y sus abuelos, establecer relaciones de igualdad entre las mujeres y los hombres, asumir las tareas del hogar de forma equitativa entre los conyugues y convivientes; edificar la familia en base a vínculos de cariño, ayuda y respeto recíproco entre sus integrantes observar las leyes del país, respetar la madre tierra, respetar las formas de familia y cultura de los pueblos originarios y afrodescendientes; construir una ciudadanía consiente y sensitiva basada en el binomio de derechos – deberes de todas las personas y colectividades.
La legislación nicaragüense le da un papel preponderante a las familias, colocándolas como el corazón de la sociedad y como la razón de ser del accionar de todas las instituciones del Estado para garantizar el desarrollo de la nación, en este accionar estatal, las familias deben ser sujetos protagonistas de su propio desarrollo y el de todo el país, véase: “La familia es el núcleo fundamental de la sociedad y tiene derecho a la protección de ésta y del Estado. La persona, la familia y la comunidad son elementos protagónicos del plan de desarrollo humano de la nación (artículo 70 Cn y 37 CF). “El Estado nicaragüense reconoce a la persona, la familia y la comunidad como el origen y el fin de su actividad, y está organizado para asegurar el bien común, asumiendo la tarea de promover el desarrollo humano de todos y cada uno de los nicaragüenses…” (artículo 4 Cn). “…Las ciudadanas y ciudadanos y la familia son elementos protagónicos en la toma de decisiones, planificación y gestión de los asuntos públicos del Estado” (artículo 6 Cn).
El gobierno del Presidente Daniel Ortega desde el año 2007 a la fecha ha diseñado todas sus políticas y estrategias de desarrollo teniendo como epicentro a las familias; generándose buenas prácticas en los campos de la educación, salud, producción, economía, seguridad ciudadana, humana y soberana y seguridad alimentaria y nutricional, esta amalgama de buenos resultados, es lo que dio fuerza para transformar el modelo constitucional y, por ende, el modelo de país que coloca a las familias como eje rotor de todo el quehacer de todas las instituciones públicas.
Este modelo de desarrollo humano que tiene como columna vertebral a las familias ha permitido generar crecimiento económico, bienestar social, inversión pública, mejoría en la calidad de vida, disminución de la pobreza; aun con todos estos avances, hace falta camino por andar, para seguir cambiando Nicaragua, nos queda en esta semana de la familia, y en el futuro cercano, seguir reflexionando sobre la importancia de la familia, pero sobre todo seguir transformando la nación desde todas las familias nicaragüenses.
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