¿Y quién dijo?

¿Y quién dijo?, “Que nadie puede salir de un círculo”. Si se puede salir de un círculo, se puede encontrar la puerta, la salida, todo es cuestión de encontrar la fórmula cuántica, la alquimia emocional, la paciencia, la inteligencia espiritual, hasta escapar del encierro concéntrico.

¿Y quién dijo?, “Que lo negro es sinónimo a malo, feo, sucio”. La negritud es bella, linda, y puede ser símbolo de bondad, pulcritud y alegría.

Y quien dijo, “Que la Mujer es el sexo débil”. La mujer es sexo fuerte, es carácter que derrite el acero, que quiebra el titanio y puede gobernar, dirigir, planificar, asesorar, liderar como Ester, Sara, Débora, Noemí, Ruth, Ana, María.

¿Y quién dijo?, “Que ya se ha escrito tanta poesía, que todo le se plasme en un lienzo, ya fue dicho”. El idioma y el amor son infinitos, siempre habrá poesía para acariciar el alma.

¿Y quién dijo?, “Que solo se puede escribir con las manos”. Se puede escribir con la boca, con los pies y el corazón, cuando se escribe con este último la escritura es imborrable.

¿Y quién dijo?, “Que los niños no saben nada, que están solo para aprender de la gente adulta”. Las niñas y niños pueden enseñar, educar, cuestionar, sensibilizar como David, Timoteo, como el Niño Jesús en el templo.

¿Y quién dijo?, “Que no se puede comprar nada sino con dinero”. Hay muchas cosas, bellezas, placeres y bienes espirituales que se pueden obtener sin dinero y hay muchas necesidades, que no se satisfacen con dinero.

¿Y quién dijo?, “Que hay cierta edad, donde ya no es permitido el amor”. El amor nunca deja de ser, para el amor no existe el reloj, siempre hay edad para amar. A los 40s, 50s, 60s, 70s, 80s, 90s…

¿Y quién dijo?, “Que no es posible que se construya un sistema socioeconómico distinto al capitalismo, que es lo mejor e insuperable”. Si se puede construir un sistema societario en donde trabajar, producir y comercializar son un medio y no un fin; un sistema político que coloque al ser humano y su felicidad como centro.

¿Y quién dijo?, “Que no podemos caminar encima de las aguas”. Si podemos pasar por encima de las peores tempestades, si podemos caminar por encima de las aguas, porque para Dios no hay imposibles.

Carlos Emilio López Hurtado

6 de enero de 2015