Desnudos venimos y desnudos nos vamos.
“Desnudo salí del vientre de mi madre y desnudo volveré allá. El SEÑOR dio y el SEÑOR quitó; bendito sea el nombre del Señor” Job 1: 21
No somos dueños de
nada, nada nos pertenece
Un día nacimos del vientre de nuestra madre, nacimos sin nada; un día
regresaremos al vientre de la tierra, regresaremos sin nada
No somos dueños del
tiempo, antes de nacer ya existía, cuando nos vayamos seguirá existiendo.
Porque tengamos un
reloj caro, no significa que somos dueños de las horas, es una máquina del
tiempo, no somos dueños del tiempo.\\
No somos dueños de
nada material, somos parte del cosmos; porque tengamos dinero, tarjetas de
crédito, cuenta de ahorro, casa, carro, no significa que tengamos propiedades.
Un día esos bienes se acaban, se queman, se las roban, se las llevan. A veces
vivimos con tanto afán, vivimos en función de esas cosas materiales que en
ocasiones ellas son dueñas de nosotr@s, nos controlan, nos dominan, nos quitan
el alma.
No somos dueños de
nuestr@s hij@s, ellos formarán su vida, crearán sus proyectos, un día se irán
en pos de su camino
No somos dueños de
ninguna mujer, de ningún hombre; el, ella, no es una cosa, es una persona, las
personas no tienen dueño, se quedarán un tiempo con nosotr@s, pero siempre, un
día, se irán. A otro camino, a otro mundo, a otro plano.
No soy dueño de mi
cuerpo, se desgasta, un día me abandonará
No soy dueño de la
vida, recibí el hálito de vida, un día expirará y volverá a Dios que lo dio.
Recibí la vida material, recibí la vida eterna, camino en ella.
La riqueza está en
disfrutar cada tiempo, cada cosa que nos ha sido prestada.
La abundancia está en disfrutar cada estación de la vida, somos aves peregrinas.
La vida está en disfrutar el camino, cada paso en paz, cada paso compartiendo.
El sentido está en disfrutar cada momento con los seres queridos, las personas que quieran compartir nuestro amor.
La realización está en vivir desprendido, ser companer@, compartir todo lo que nos ha sido prestado, compartir el pan, compartir causas, compartir sueños, compartir la danza de la tierra.
La abundancia está en disfrutar cada estación de la vida, somos aves peregrinas.
La vida está en disfrutar el camino, cada paso en paz, cada paso compartiendo.
El sentido está en disfrutar cada momento con los seres queridos, las personas que quieran compartir nuestro amor.
La realización está en vivir desprendido, ser companer@, compartir todo lo que nos ha sido prestado, compartir el pan, compartir causas, compartir sueños, compartir la danza de la tierra.
Toma mi amor aquí y
ahora; aquí estoy, hoy recibo tu amor
“Porque nada hemos
traído al mundo, así que nada podemos sacar de él”.
I Timoteo 6:7.
I Timoteo 6:7.
Carlos Emilio López Hurtado
19 de febrero de 2015
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