Algunas premisas para la praxis de lo cotidiano
-La Revolución social debe ser integral, no basta con el cambio de las
estructuras políticas, económicas, y sociales, se necesita la transformación
del individuo, del hombre, de la mujer como tal. Se requiere incidir tanto en
el mundo material, como en el espiritual, en lo social y en lo cotidiano, en el
objetivo como en el subjetivo, como dice el sociólogo nicaragüense Orlando
Núñez, “no puede haber insurrección de las masas, sin insurrección de la
conciencia”.
-El cambio social que
transformará a la sociedad actual en una sociedad libre, debe penetrar a través
de la “dimensión biológica”, según el filósofo y sociólogo Herbert Marcuse, yo
agregaría de las dimensiones culturales, ideológicas, valóricas, sensitivas,
espirituales; atendiendo las diversas necesidades, necesidades instintivas del
cuerpo, la mente, el alma, sin hacer divisiones dicotómicas o maniqueas, sino
viendo la humanidad como una totalidad.
-La aspiración de todo ser
revolucionario, es que el despliegue de la riqueza de la especie humana y el
desarrollo de la riqueza de la personalidad intangible y tangible se
establezcan simultáneamente. En la sociedad “de los productores asociados” que hablaba
el economista y filósofo Karl Marx, las necesidades no solo deben ser
satisfechas materialmente, sino además espiritualmente.
Carlos Emilio López Hurtado
25 de enero de 2015
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