28 de marzo de 2016

Algunas premisas para la praxis de lo cotidiano


-La Revolución social debe ser integral, no basta con el cambio de las estructuras políticas, económicas, y sociales, se necesita la transformación del individuo, del hombre, de la mujer como tal. Se requiere incidir tanto en el mundo material, como en el espiritual, en lo social y en lo cotidiano, en el objetivo como en el subjetivo, como dice el sociólogo nicaragüense Orlando Núñez, “no puede haber insurrección de las masas, sin insurrección de la conciencia”.
-El cambio social que transformará a la sociedad actual en una sociedad libre, debe penetrar a través de la “dimensión biológica”, según el filósofo y sociólogo Herbert Marcuse, yo agregaría de las dimensiones culturales, ideológicas, valóricas, sensitivas, espirituales; atendiendo las diversas necesidades, necesidades instintivas del cuerpo, la mente, el alma, sin hacer divisiones dicotómicas o maniqueas, sino viendo la humanidad como una totalidad.
-La aspiración de todo ser revolucionario, es que el despliegue de la riqueza de la especie humana y el desarrollo de la riqueza de la personalidad intangible y tangible se establezcan simultáneamente. En la sociedad “de los productores asociados” que hablaba el economista y filósofo Karl Marx, las necesidades no solo deben ser satisfechas materialmente, sino además espiritualmente.




Carlos Emilio López Hurtado
25 de enero de 2015


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