Cuarta Palabra
La soledad
más profunda del universo, estaba redimiendo a la humanidad
¡Dios mío, Dios mío!, ¿por qué me has abandonado?" (Mateo, 27: 46 y Marcos, 15: 34).

Pero en medio de ese dolor, esa
soledad, esa sensación de angustia, de que hasta su Padre le había abandonado;
mientras eso ocurría estaba pasando la liberación, redención, salvación de la
humanidad que le recibe en fe.
Cuantas veces nos sentimos solas,
solos, creemos que todo es en vano.
Soledad que nos hace llorar
Soledad que nos hace sentir vacíos, impotentes, abandonados
Soledad fría que solo escuchamos los gritos de nuestra alma
En medio de esta soledad, haya afuera hay una comunidad en liberación
En medio de esa soledad, hay familias llamadas a vivir en compañía
La soledad no es el proyecto de
humanidad de Jesús; no dejemos sola a ninguna persona, vayamos donde están
todas y todos los crucificados solos, pensemos y actuemos con las personas
privadas de libertad, con los niños y niñas víctimas de violencia, con los
abuelos que dieron su vida por nosotros, con quienes están al borde de la
muerte, con quienes tienen parálisis, tampoco dejemos solos a pueblos enteros
que quieren ser aplastados, por las riquezas que hay en tus tierras.
Hemos sido llamados a vivir en
comunidad.
Carlos Emilio López Hurtado
3 de Abril de 2015
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